El 8 de Septiembre de 1887 se inició la construcción de este Santuario, en el lote donado por los esposos Pedro Mantilla y Dolores Vinueza, por escritura pública celebrada en Tabacundo el 23 de Agosto de dicho año.
El Dr. Francisco González, Vicario foráneo de Tabacundo, dio comienzo a la obra, la construcción duró 22 años, hubo innumerables mingas para traer cal de Cananvalle, madera de monte de Aloguincho, moyas y carrizos. Se construyó un horno para cocer ladrillos y aquí mismo se fundieron las campanas.
La bellísima escultura de la Virgen de la Natividad, según el Pbro. Mateo María Mera, dataría de la primera mitad del siglo XVII. En todo caso, a mediados del siglo XVIII, se habla del culto a la Virgen en esta advocación, como algo antiguo. En efecto, en el testamento cerrado de don Isidoro de Vinueza, dictado el 3 de octubre de 1745 leemos esta cláusula: “Yten declaro que compramos otro sitio llamado Sensopamba con el cargo de pagar el rédito perteneciente a Nuestra Señora de la Natividad”.
Según el inventario de 1872 y otros documentos habría que considerar como imágenes antiguas del Santuario que nos ocupa a las siguientes: La Inmaculada Concepción, que ocupa una capilla especial; San Juan Bautista, patrono del pueblo; San Pedro; el Señor del Paso o Jesús del Nazareno; San Miguel Arcángel, entre otras.
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